No solo quiero que me queráis

16 de diciembre de 2011

En la contraportada del DVD del documental podemos leer: “El título del documental es una variación del título de una película que Fassbinder realizó en 1976, Solo quiero que me amen (Ich will doch nur, dass ihr mich liebt, 1993). Éste es el primer intento tras la muerte del director de acercarse a su compleja personalidad, profundizando en los aspectos más polémicos de su vida, como su abierta homosexualidad y su relación con las drogas. Hanna Schygulla y otros miembros de la "familia cinematográfica" del director hablan del hombre y del cineasta, de una personalidad controvertida que con sólo 36 años dejó a sus espaldas casi 50 películas.” 

1. Es war nichts versteinert (Nada estaba fosilizado)

Fassbinder, un personaje: complejo, lleno de conflictos internos, a la vez que directo, claro, abierto, honesto, apolítico pero gran crítico social, seductor y provocador. 

2. Ich seh ihn nirgends (No le veo por ninguna parte)

Lo que hacemos es resultado de nuestras experiencias, de ahí que muchas de sus películas, aun careciendo de niños, sean consecuencia de su infancia. Una infancia que vivió odiando la escuela. 

3. Keine Gruppe ohne Kopf? (¿No hay grupo sin líder?)

Fassbinder tuvo una vida no parental en casa y desde joven se metió en el mundo teatral. En 1967 se une al Teatro de Acción de Munich, donde participa como actor, director y guionista. En 1968 realiza la obra de teatro Katzelmacher. Fundó la compañía Antiteatro, de donde surgen sus primeras películas, pues realiza la adaptación de Katzelmacher en 1969. En ese mismo año crea la obra Anarquía en Baviera (Anarchy in Bayern).

Trabajo prolífico: en 18 meses dirigió 12 obras de teatro, hecho que provocaba oposición en el oficio. 

“Simulamos ser un grupo, aun cuando teníamos claro que no lo éramos. Es lamentable, pero es un fenómeno del que no podemos escapar, como el resto de la gente. Tendríamos que comenzar de una forma diferente. La educación del individuo o la educación que todos recibiéramos debería ser diferente para que ya no necesitásemos ningún líder. Todavía no hemos llegado a eso. Nos hemos criado de forma distinta, así que no podemos formar un grupo sin un líder.”

4. Eine Lawine in Bewegung setzen (Provocar una avalancha)

Los finales felices a Fassbinder le eran extraños, por lo que no encontramos dramas con finales felices, aunque según dicen se empeñase. “El amor engendra violencia y viceversa”, sentenciaba. 

Con su primera película El amor es más frío que la muerte (Liebe ist kälter als der Tod) se acerca al melodrama. Su cine se perfila de escasez de espacios, de ausencia de planos largos, minimalista. 

Le preguntan por la imitación en sus películas y responde que “todo en la vida es imitación”. Niega las posibilidades de la cámara porque destruye la dramaturgia de la obra.

En Katzelmacher, su segunda película y adaptación de su obra teatral, todo parece estar en un estado de inercia total. No pasa nada, hasta que el deseo de que pase algo encuentra una salida y una víctima en un actor. Existe un agarrotamiento emocional de los personajes. Todo sucede en una toma fija. Y esa necesidad técnica se hace virtud, pues “por no poder mover un dirigible no rígido de 300 Arri BLIMP muy pesado, mantuvimos las tomas fijas y eso se convirtió en principio estilístico”, cuenta el operador de cámara Dietrich Lohmann.

5. Schneller als die anderen (Más rápido que nadie)

En 1969 iba a un ritmo de 3-4 películas al año, sin ser todavía muy conocido. Aunque este ritmo sería inviable hoy día (años 90), lo que quizá hubiese cambiado su manera de rodar. Hubiera planificado sus películas de otro modo. Hubiera hecho más obras de teatro.

“¿Cómo podía producir tanto, tan rápido y tan bien?”, se preguntan sus colegas.

Explican: "No rodaba tomas extras. Las escenas las grababa sólo una vez, así que el equipo sabía que tenía una oportunidad y debía estar concentrado. Rodaba una escena una sola vez. Si tras el ensayo todos saben que se va a rodar una escena, la concentración de todo el quipo es mayor, la agudiza". 

Le aburría saber qué tenía que hacer. Le gustaba la tensión.

6. Jetzt ist sie eine (Ahora lo es)

Inspiraba confianza en los demás: a su madre la hizo actriz sin serlo (ahora lo es), a un director lo convirtió en actor… Sacaba el máximo a la gente que trabajaba con él. Sabía perfectamente lo que quería.

7. Wie im Himmel, wie in der Hölle (Como en el cielo, como en el infierno)

Hacía sus películas desde las tripas, espontáneas e instintivas.

No obstante: Effi Briest, adaptación de la novela homónima de Theodor Fontane, es el contraejemplo. En esta película persigue un concepto estético planeado de principio a fin. La cámara evita el cielo. Sólo hay una toma que evoca la libertad. Encierra a sus personajes en un marco o los coloca contra una estructura de líneas horizontales y verticales que hace que el mundo parezca una jaula. Juega con símbolos (espejo, hiedra, cadenas), con la luz, con el vestuario (mujeres de blanco, hombres de negro). Las imágenes retratan e interpretan la acción.

Otro caso: innova con el travelling de 360 grados en Martha.

Su especialidad era dar a entender el mensaje oculto de una escena de manera muy precisa con la cámara, mientras los personajes expresaban otro, lo que otorgaba el significado final. 

Iluminación. Estaba pensado que El matrimonio de Maria Braun (Die Ehe der Maria Braun) se abriera sin ningún color y que lentamente, como el sonido, se fuera introduciendo. Fassbinder nunca interfirió en la iluminación. Sólo hacía observaciones. A veces “tiene que parecer el cielo o el infierno”, decía.

8. Ich shieße in jede Richtung (Disparo en todas direcciones)

En 1974 rueda La ley del más fuerte (Faustrecht der Freiheit), la primera película abiertamente homosexual.

"Sé que estás en contra de los de derechas, de los de izquierdas y de los extremistas. Entonces, ¿a favor de quién estás?"

"Veo cosas ardiendo, cosas que van mal, cosas que apestan. A derecha e izquierda, arriba y abajo. Disparo en todas direcciones. Ése es vuestro Fassbinder. Tengo necesidad de contar las historias que cuento".

9. Jeder Mensch hat sein Lied (Todo el mundo tiene su canción)

Estaba interesado en el contrapunto en la música. La música dice algo diferente a la imagen, incluso parece oponerse totalmente. A veces la música complementa las emociones del personaje principal. A veces se opone a ellas. Se muestra visualmente la tensión en la película.

Tenía diversos leitmotivs musicales. Normalmente, canciones pop del momento. Canciones que podían adquirir diferentes significados en la misma película.

Tenía claro dónde quería poner la música en cada escena y Gustav Mahler era para Fassbinder el que mejor expresaba lo que él era.

10. Ich hatte nur diese bestimmte Zeit (Sólo tenía el tiempo que me asignaron)

A los 20 años tenía lo que otros tienen a los 40. La muerte fue un tema recurrente en su cine.

“No puedes seguir así. Debes beber menos, dormir más y hacer más ejercicio. Tienes el corazón débil. Todo tu cuerpo está empezando a hacer ya la maleta”, le dijo el médico a los 23 años. Pero a Rainer le importó un carajo. Estaba convencido de que moriría joven. Intentó combatir su soledad trabajando como lo hizo (mucho). Naturalmente, no siempre tuvo éxito.